Creada en 2004, la compañía AdrienM tiene como eje de búsqueda el arte del movimiento alrededor del malabarismo y como instrumento el arte informático. De esta busqueda vieron la luz dos piezas: Convergence 1.0 en el 2005, una exploración singular y onírica del malabarismo, y reTime en el 2006 que analiza las construcciones en el tiempo. Estas dos piezas completaron un cierto punto de vista sobre el malabarismo que empezó en el 2003 con Fausses Notes et Chutes de Balles (Notas Falsas y Caídas de Pelotas), una pieza corta improvisada de malabarismo y música. En octubre del año pasado, presentaron Convergence 1.0 en Argentina.
Adrien Mondot, director de la compañia e ingeniero informático, es el autor de eMotion, el software que le permite realizar las animaciones que se ven en el espectáculo.
Esta compañía francesa hace, principalmente, una apuesta estética que es fruto de la combinación de arte digital, malabarismo, música e iluminación como elementos tangibles que se nutren y se inspiran en la soledad. Este sentimiento tiene un doble rol, ya que es refugio del malabarista y del informático -características que definen al mismo Mondot- pero a la vez como síntoma del encierro en sí mismo y cualidad propia de las sociedades de estas épocas.
Adrien asegura que va a la inversa de lo que conocemos en los malabaristas. "Yo prefiero dejar de lado el malabar maximalista, que usa muchas esferas. Prefiero el minimalista con menos esferas para que sea más esencial, más artístico, casi mágico", asegura.
"El malabarismo no es un trabajo físico sino sobre todo cerebral", dice Mondot y justifica su, según él, tardío aprendizaje de los artes del malabar. Comenzó a los 19 años y se fue perfeccionando. Más allá de la destreza física es la concepción estética lo que también necesita pensarse y practicarse.
Quizá por eso la exigencia en la creación de Convergence 1.0 es la de ser ciento por ciento original. Tanto en su concepción como en su ejecución. Por eso afirma que la habilidad de malabarista no es el único esfuerzo que requiere práctica. El espectáculo que presentan lleva unas 18 horas de preparación previa que se desarrolla en un show de 55 minutos. También la música fue compuesta por ellos y, tanto Verónica, la violoncelista y Christopher el director de sonido, han armado las partes que se ejecutan en vivo, ya que no manejan música grabada.
La imaginación es el motor del espectáculo y se refleja en el camino sinuoso, que va de lo real a la irrealidad, por el que llevan al público. "A pesar de que uno puede pensar que al arte digital es un poco frío, sirve para explorar estos mundos que tienen que ver con la imaginación, con las emociones y con lo que se busca internamente", concluye.
eMotion
Convergence 1.0
reTime
Fausses Notes et Chutes de Balles
reTime
Fausses Notes et Chutes de Balles
Adrien Mondot, director de la compañia e ingeniero informático, es el autor de eMotion, el software que le permite realizar las animaciones que se ven en el espectáculo.
Esta compañía francesa hace, principalmente, una apuesta estética que es fruto de la combinación de arte digital, malabarismo, música e iluminación como elementos tangibles que se nutren y se inspiran en la soledad. Este sentimiento tiene un doble rol, ya que es refugio del malabarista y del informático -características que definen al mismo Mondot- pero a la vez como síntoma del encierro en sí mismo y cualidad propia de las sociedades de estas épocas.
Adrien asegura que va a la inversa de lo que conocemos en los malabaristas. "Yo prefiero dejar de lado el malabar maximalista, que usa muchas esferas. Prefiero el minimalista con menos esferas para que sea más esencial, más artístico, casi mágico", asegura.
"El malabarismo no es un trabajo físico sino sobre todo cerebral", dice Mondot y justifica su, según él, tardío aprendizaje de los artes del malabar. Comenzó a los 19 años y se fue perfeccionando. Más allá de la destreza física es la concepción estética lo que también necesita pensarse y practicarse.
Quizá por eso la exigencia en la creación de Convergence 1.0 es la de ser ciento por ciento original. Tanto en su concepción como en su ejecución. Por eso afirma que la habilidad de malabarista no es el único esfuerzo que requiere práctica. El espectáculo que presentan lleva unas 18 horas de preparación previa que se desarrolla en un show de 55 minutos. También la música fue compuesta por ellos y, tanto Verónica, la violoncelista y Christopher el director de sonido, han armado las partes que se ejecutan en vivo, ya que no manejan música grabada.
La imaginación es el motor del espectáculo y se refleja en el camino sinuoso, que va de lo real a la irrealidad, por el que llevan al público. "A pesar de que uno puede pensar que al arte digital es un poco frío, sirve para explorar estos mundos que tienen que ver con la imaginación, con las emociones y con lo que se busca internamente", concluye.
eMotion
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